domingo, 26 de octubre de 2008

A Patricia Ariza. 1978.

A PATRICIA ARIZA- 1978-
FESTIVAL MUNDIAL JUVENTUD Y ESTUDIANTES- CUBA

I

REPOSA TU NOMBRE
CAMINO A LA LIBERTAD.
ES TU PIEL MESTIZA
Y HERMOSA
EL RESPLANDOR DE NUESTRA COLOMBIA.

II

TUS OJOS MIRAN HACIA LA ESPERANZA,
OJOS QUE POR SER TRISTES
NO OPACAN LOS SUEÑOS.
TUS MANOS QUE DESCIFRAN DOLOR Y LLANTO
NO QUITAN DE SI SU CANTO
Y ALEGRÍA.

III

TU CUERPO COMO LAS MADAMAS
QUE ENTRE DANZA Y PALABRA
ENTREGAN EL ALMA Y EL VERSO.
ES TU VO Z QUE RESUCITA ENTRE DOLORES
Y TUS DONES DE ENSEÑANZA
TU ARTE, TU , ACTRIZ, DE VIENTOS LIBERTARIOS.

IV

ERES MUJER BRAVIA
MUJER QUE NO CLAUDICA
MUJER QUE TRASPASA LO MALO
Y EN AUREOLAS Y DESTELLOS FIRMES
TU LUCHA Y TU RAZON
NO DESBORDA EN TITUBEOS.

Embistió la Noche. Mayo de 2007.

Embistió la Noche
Mayo de 2007

Embistió la noche, callada como las auroras que no cantan
De un firmamento atrevido y solo, estrellas que alumbraron cristalinas
En cada terciopelo de tu boca

Ella calló y calló, pero también cayó, cayó, anclada
Y empapó de crisantemos la noche, noche de auroras que no
Volverán a cantar.

Noche, noche de besos tristes, que iluminaron de olvido
Y yo, confundida como una garza, apagué tus besos.

Embistió la noche, callada como las auroras que no cantan,
Sutil divagó en un vagón de universos perdidos
Sabia del ardor de mi corazón, más no la insensatez del tuyo
Fluyó mi risa en llanto, y la canción de noches pérdidas
y votaste al rio de los olvidos mi corazón.

Triste corazón, apagado, amor, hasta el dolor embistió la noche y así no tuvo
más amor mi corazón, ni más noches de púrpuras aureolas.

A Colombia. Febrero de 1973.

A COLOMBIA
Myriam Vanegas
1973 Feb


Rozagante como una cara de mulata
Se mordió tu bella risa escarlata.

En un sin fin de sordas palabras
Canta tu himno confuso.

Borrando el tiempo de vidas inocentes
Mutilan cada día campesinos, obreros, mujeres, niños,
Artistas y políticos.

Rozagante como una cara de mulata,
Te dejan sin historia.

Mis manos en pos de oración
Yacen en el laberinto de la esperanza,
En un tiempo de tristes guerras
En un tiempo que no tiene fin.

A Colombia. Noviembre de 1973

A COLOMBIA
Myriam Vanegas
1973 Nov



Tierra doliente, de lazos libertarios.
Tierra de guerra, de caminos sin tregua.
Tierra de sueños, de águilas,
Tierra de ropajes mortuorios, de la inconsciencia.
Tierra de cantos y de murmullos casi infernales.

Tierra de hermosos campos
Pero sangre por doquier.
Tierra de rehenes, de opresores,
Y de oprimidos.

Tierra de fugitivos,
Tierra de asesinos,
Tierra de creadores,
Tierra de silencio extraño
Tierra donde no pasa nada
Y si pasa, nadie escuchó.

A Colombia. 1973.

A COLOMBIA
Myriam Vanegas
1973


Arranca de mis ojos
El sabor aplastante de los amos.
Arranca de sus pieles
Uniformes verdes.

Arranca de sus sueños diabólicos
La muerte de cultivos,
La muerte de brazos y cabezas,
La risa de niños inocentes
O la oración del doliente.

Arranca el fruto biche de la desigualdad
No permitas que los cementerios
Sean sellados por lenguajes oscuros
No dejes que las tablas históricas
Cambien de guardas.

Arranca a un campo abierto
Llamando a la paz y al derecho a vivir.

A Camilo Alberto. 1980.

A CAMILO ALBERTO
HIJO MIO
Myriam Vanegas
1980


Hijo mío, el de mi vientre,
Fecundado por la tierra y el amor,
Por el sol que te vio nacer,
En sonrisas de luz y bienaventuranza,
Hijo mío, tanta alegría en mi espíritu,
Por tus ojos nuevos de vida,
Y aliento de frescor,
Tus manos pequeñas con suspiros y ternura,
Se entrelazan en ilusiones y armonía,
Duerme mi pequeño, en mis brazos de madre,
Regocijo de vida, de semilla de puesta al sol,
De amor maternal que en mí te bendice.

Hijo mío, en miles de versos
Mi deseo de siempre tu bienestar
Hijo de los sauces
Hijo de las golondrinas
Del árbol que siembra huellas
En el infinito.
Que Dios nos ilumine en nuestras vidas.

Hijo mío, el de mi vientre
Fecundado por la tierra y el amor,
Por el sol que te vio nacer
Hijo mío, tu rostro de aprendiz
Tu alma maravillosa
Eres lo más preciado de mi vida
Hijo mío, el de mi vientre
Fecundado por la tierra.

A Bogotá. 1975.

A BOGOTÁ
Myriam Vanegas
1975 Ago 27



Entre celdas y oscuros tejados,
Traspasa la soledad inerte
De nuestras almas.

Cuántos frutos de amor
No florecen en el esplendor;
U otros que llaman al silencio.

Salen de sus celdas los prisioneros
Para aguardar en la tarde
el espejo de sus soledades.

En continuo despertar
Una ciudad de vacío, miseria y destierro
Que nos arrebata la libertad,
El corazón y la razón.